En 1986, en la cercana localidad de Ojos Negros, la compañía Sierra Menera cierra la explotación minera que allí mantenía. Con el interés añadido de paliar el desempleo provocado a partir de 1987, por iniciativa de la Diputación General de Aragón, primero, y del Instituto Aragonés de Fomento después, se han venido sucediendo diferentes fases de un proyecto global de restauración del castillo, que ha sido redactado por el arquitecto Pedro Ponce de León.
Estos trabajos se han simultaneado con las excavaciones arqueológicas dirigidas por José Luis Ona y con la clasificación y catalogación de piezas realizada por Octavio Collado Villalba.
Los criterios de restauración siempre han obedecido a los principios de mínima intervención, de identificación de los recrecidos sobre las fábricas originales (a base de rejuntados y la talla de la piedra) y de seguimiento y asimilaciones de las conclusiones de las excavaciones arqueológicas.