En el siglo XV, según algunas fuentes, existe en el castillo una ceca donde se acuñaba moneda falsa.
En el año 1575 es alcaide Lorenzo Mateo, notario de Singra, sexmero, procurador consejero de la Comunidad.
Un aspecto singular del castillo es su sistema de captación de aguas pluviales, formado a base de canaliflos ejecutados en la roca natural, que conducen las aguas recogidas a cisternas y aljibes excavados en la roca (uno de ellos de más de cinco metros de profundidad), y que se encuentran situados en los dos recintos interiores.
Otras de sus singularidades es el hallazgo de los restos de una cantera en el interior del recinto exterior, utilizada para la extracción de «obleas circulares» de piedra de rodeno, que eran utilizadas, sin duda, como piedras de molino.